lunes, 20 de septiembre de 2010

Desmitificando

Hasta no hace mucho tiempo, las palabras "gato" y "chongo" utilizadas como adjetivos, tenían cierta mala fama, por así decirlo. Es nuestro humilde objetivo revertir dicha situación.
Pero vayamos desde el principio. Históricamente, decir que una chica es "gato" era, lisa y llanamente, un insulto. Esto se debe, sin dudas, a que se relaciona al gato con la actividad sexual rentada. Del mismo modo, "chongo" viene del mundo gay, y es la denominación utilizada para identificar a quién lleva el rol activo, masculino, de macho, si se quiere.
Las cosas han cambiado, uno no ve las cosas tan drásticamente y la apertura mental nos lleva a ir derrumbando prejuicios y cruzando barreras. Hoy casi podríamos asegurar que estamos en presencia de un gato cuando nos referimos a una chica que se mueve con soltura, elegancia, sensualidad, con ese andar cadencioso que sólo su par en el reino animal sabe mostrar. Con una mirada logra ganar tu atención y es cuando aquellas características de chongo se hacen presentes. Un chongo de ley es el que esta siempre dispuesto a arremangarse y laburar, porque no hay nada más lindo que una conquista bien ganada.
Ser gato y chongo no es un trabajo, no es un hobbie, no es un fin. Ser gato y chongo es una decisión, un estado mental, un modo de ver las cosas, una forma de ser y estar.
Por todo esto, decimos con voz firme: somos Gatos y Chongos.

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